¿Puede la clínica de la inconcepción ayudarnos a discutir las teorías freudianas sobre la feminidad y la importancia de la Penisneïd? ¿El niño deseado resulta ser el sustituto del pene perdido? ¿Es al padre a quien se le pregunta? ¿No sería beneficioso complementar el papel de la castración descrito por Freud teniendo en cuenta las identificaciones y la posible escisión de las imagos materna y femenina?
Hablar de mujeres estériles nos permitió teorizar sobre la inconcepción. Si la homosexualidad inconsciente parece dominar en estos casos, ¿qué pasa con las mujeres que actúan su homosexualidad? La persistencia de la demanda de niños, a pesar de la esterilidad diagnosticada, complica las cosas. La elección del objeto femenino no revela una conciencia de una homosexualidad primaria que permanece poderosamente reprimida en sus aspectos pasivos. Se puede discutir la identificación con el padre y la homosexualidad actúa como defensa contra la homosexualidad inconsciente. La persistencia de esto implica el fracaso de la identificación femenina. El padre no desempeña el papel separador, sin duda porque la madre tampoco lo designa como objeto de amor. ¿Qué representa entonces, en esta intensa fijación con la madre, ese deseo imposible de tener un hijo que puede manifestarse en los homosexuales? Si no lo consiguen, será sólo por la elección de una pareja episódica, depreciada o incluso anulada por la búsqueda de una fecundación artificial...
