Eh, me iba muy bien antes de conocerte,
bebo demasiado, y eso es un problema, pero estoy bien.
Eh, dile a tus amigos que fue un placer conocerles,
pero espero no volver a verlos nunca.
Sé que te rompe el corazón,
te mudaste a la ciudad en un coche averiado,
y (en) cuatro años, ninguna llamada.
Ahora, te ves bonita en la barra de un hotel,
y yo no puedo parar,
no, no puedo parar.
Así que nena, acércame a tí en el asiento trasero del Rover
que sé que no te puedes permitir.
Muerdo ese tatuaje en tu hombro,
saco las sábanas por la esquina
del colchón que robaste
a tu compañero de piso allá en Boulder (Colorado).
No vamos a envejecer nunca.
No vamos a envejecer nunca.
No vamos a envejecer nunca.
Te ves igual de bien que el día en que te conocí.
Se me olvida por qué te dejé, estaba loca.
Quédate, y toca esa canción de los Blink-182
que tocábamos sin parar en Tucson, ok (beat to death).
Sé que te rompe el corazón,
me mudé a la ciudad en un coche averiado,
y (en) cuatro años, ninguna llamada.
Ahora, me veo bonita en la barra de un hotel,
y yo no puedo parar,
no, no puedo parar.
Así que nena, acércame a tí en el asiento trasero del Rover
que sé que no te puedes permitir.
Muerdo ese tatuaje en tu hombro,
saco las sábanas por la esquina
del colchón que robaste
a tu compañero de piso allá en Boulder.
No vamos a envejecer nunca.
No vamos a envejecer nunca.
No vamos a envejecer nunca.
Así que nena, acércame a tí en el asiento trasero del Rover
que sé que no te puedes permitir.
Muerdo ese tatuaje en tu hombro,
saco las sábanas por la esquina
del colchón que robaste
a tu compañero de piso allá en Boulder.
No vamos a envejecer nunca...
No vamos a envejecer nunca.
No, no vamos a envejecer nunca.