23 de septiembre 2018
Tengo un problema contigo, grave diría. Me enamoré de ti de manera ciega, sin medida, ni limitación.
Completamente idiota, si... es una pena que aunque arriesgue todo por ti sigas sin fijarte en mi.
Comienzo a asumirlo de una manera triste al sentirme invisible para tus ojos.
Quizás llegue el día en que me canse de dar todo en vano.
Que me canse de ser tu amiga, tu consejera y tu consuelo cuando estés mal.
Que dejes de importarme y ya no valga querer ser tu amante.
Que aspire a ser mejor.
Aún así, queda el sello de sentirme el fantasma que soy en tu vida.
Prefiero alejarme antes de que duela peor y me sigas dando falsas esperanzas.
Prefiero mil veces que duela la verdad y no que la mentira perdure por siempre.
Por eso te digo, adiós.