Bien aventurado sea el Pecador que no repele la enfermedad que afecta la mente, corta la respiración y acelera el corazón. Puesto que de él será el paraíso alejado de los mortales, la dicha del amor y la clemencia del ser amado.
Maldito sea aquel que de sus sentimientos no es prisionero, puesto que sus rosas serán retribuidas con helechos malditos y de ellos brotara la podredumbre que marchita, y con ella se ira el corazón arrastrando detrás el alma envuelta en cenizas de la llama que alguna vez fue.
Escuchad la palabras del Pecador. Ya que la infección yace sobre nosotros.
El amor es absoluto.
- JoinedNovember 16, 2016
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