Atada con hilos invisibles que van más allá, de lo físico. Encerrada en cuatro paredes sintiendo el peso del mundo, de la frustración hirviendo en mis venas.
Cómo ácido cayendo a derretir todo, volviendo lo nada. Así se sienten las palabras, los castigos y los resos eternos.
Puede que esté entre paredes de concreto, pero a veces me siento entre penas y sombras...