Quiero decirte como me llamo, pero mi nombre esta en sus labios y preso. Quisiera mostrarte esa risa que acompaña tus mas pequeñas ocurrencias. 
Pero al marcharse se desvaneció en una noche de verano.

Quisiera enseñarte a comprender el tiempo, pero nunca he usado un reloj y cronos jamás ha sido mi amigo.
Ya que no mido el tiempo en segundos, si no en estaciones, en el caer las hojas de los arboles en otoño.
Por que, forastero, la vida se aprende por medio de cambios y el tiempo es una convención social.

Como lees, en este rincón del mundo existo, llena de peros e intenciones y si aún así te interesa conocerme, podría empezar diciendo que he visto 23 otoños pasar, 10 años de tormentas y he cultivado en mi vida todo un campo de astromelias.

Si tu curiosidad aún es grande, te invito a leerme un poco más.
Quizás así descubramos que somos aún más grande.
  • Se ha unidoOctober 26, 2014