Pensar que tú obra se llama de la misma manera en que dejaste mi alma...el no volverme a enamorar condena mi inmortalidad, fatalismo reducido a un pasado que trato de olvidar tras la infidelidad cometida por un Ángel que termino siendo peor que los mil demonios tras de ti, y se supone que yo era el demonio cuya sangre azul se ha evaporado tras culminar cinco años los cuales para un alma son un bello recuerdo mientras que para lo que se dice "alma" que más bien es una completa oscuridad sin vacío es lo "peor que has vivido" pensar que después de todo no solo duele la infidelidad, duele el hecho de que nunca tuviste el valor para admitir la realidad y dar la cara, esa cara hipócrita y llena de mentiras que al final me trague