“Escúchame,
Puedo mantenerme en pie,
Sonreír, y a duras penas respirar,
Llevar este dolor por dentro;
Lo sabes bien,
Puedo hacerte renacer en un segundo,
Despertarte para regalarte el mundo,
Adorarte hasta el final sin condición.”
“Escúchame,
Puedo mantenerme en pie,
Sonreír, y a duras penas respirar,
Llevar este dolor por dentro;
Lo sabes bien,
Puedo hacerte renacer en un segundo,
Despertarte para regalarte el mundo,
Adorarte hasta el final sin condición.”
“En nombre de la libertad,
La fe en uno mismo y la paz,
Rompe las cadenas, no a la religión,
Y que tu dios sea canción
Compuesta por el corazón
Y que tu país sea donde te lleven los pies.”
¿Y si todo esto, este proyecto vital al que dedico tantas horas diarias, no llega a nada? ¿Y si no merece la pena, si ha sido en vano? ¿Qué pasará entonces?