Sora estaba caminando por la escuela de hechicería por la madrugada, dejando su dormitorio. El pelirrojo había despertado de una pesadilla que no había tenido desde hace tiempo y quiso ir a dar una caminata para calmarse. Estaba en pijama, con unos calcetines de estrella.
Se recuesta en una banca, mirando hacia arriba. Como odiador del contacto físico, espera que si se topa con alguien, no lo toque.