¿Sabías que Vincent Van Ghog se comía la pintura amarilla, alegando que como era brillante le traería felicidad? Todos creían que estaba loco por consumir algo tan tóxico y nocivo pero si lo vemos desde un punto de vista menos juicioso, nos damos cuenta que cada uno estamos tan desesperados por ser felices que buscamos en algo banal que sin pensarlo puede ser tóxico, nuestra felicidad.
- Guafalajara❤️
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