Hace mucho no escribo...
Ha sido unas semanas pesadas, llena de lágrimas, angustia, estrés, cansancio. Muchos pensarán ¿qué le pasó? ¿Por qué se sentía así?
La verdad se resume en una palabra DEPRESIÓN. Estas semanas toque fondo, yo ya no quería seguir aquí y no porque me hicieran falta cosas, no porque estuviera enferma, no porque algo estuviera mal conmigo, si no porque mi cuerpo no respondía, mi cabeza no mandaba señales positivas, mi cuerpo solo quería estar acostado. No sentía fuerza alguna, solo tenía escalofríos.
Me dio mucho miedo, me sentía demasiado sola, solo quería llorar y no sabía por qué. Mi vida se estaba cayendo abajo, mi familia se estaba destruyendo, mi hogar cayendo a pedazos, responsabilidades y actividades diarias de la universidad, nada hecho y mi carrera a en peligro de caer. Yo solo pensaba en no me puedo parar, le mandaba señales a mi cuerpo para activarse pero no solucionaba nada, solo sentía como lo forzaba a algo que realmente no quería hacer. Finalmente terminaban los días y yo dormía desde las 5 de la tarde y despertaba al siguiente día, claro con más angustia y más trabajo por hacer. Decidí quedarme acostada, sin ver el celular y hacer lo que realmente pudiera hacer que me calmara.
Hoy puedo decir que después de semanas de sentirme pésimo, me siento mejor. Es difícil, lo sé, pero no es imposible. Cualquiera que se sienta como yo, no esta solo somos muchos los que nos sentimos así y no estás solo, quiero que sepas que estoy orgullosa de ti, de lo fuerte que eres.