4:30 am.
Ese momento mágico de la madrugada en donde los sentidos se dilatan, la mente se expande y todo toma diferente sentido.
La pluma fluye, difícil y duramente, sí, pero sabiendo que está en su momento. 
Los demonios se apropian de la tierra a esta hora, se les permite salir y poseer lo que gusten. Hoy ahora, me susurran estas letras malditas que te entrego aquí, me invitan a quemar las hojas con las mejores palabras escritas.
El reloj corre y esta preciosa hora se va, arrastrando con ella mis cansados ojos, mi preciada oscuridad y mis mejores letras que he dejado pasar para que nadie lea.
Se llevan mi oscuridad, mi inspiración y las últimas ganas de vivir que me quedaban. 
Solo dejan una hoja con mi mejor escrito, pero igual, hecho cenizas, como mi alma, mis ganas de vivir, como todo acá.

Suelo alejarme de las personas, cuando siento que han dejado de sentir lo que alguna vez sintieron. Y no sé qué puede doler más, lo primero o lo segundo.

Aunque fuese odio, tan solo por ser mutuo, ya sería clasificado como belleza.

Tú te has salvado a ti misma 05/02/2015.