Tengo rabia, impotencia, tristeza, mejor dicho, todo mezclado.
Ayer era un día en que todos los venezolanos anhelabamos ser libres, pero nuevamente tenemos que seguir sufriendo esta dictadura por culpa de los demonios que ahí gobiernan.
Ya son cuatro largos años en las que no puedo abrazar a mi abuela, ver a mis amigos y familiares irse del país, perdiendo personas importantes por que no hay medicamentos, otros en las fronteras e inclusive en otros países por la xenofobia.
Mi amada Venezuela se sigue desangrado y a estos miserables no les importa. Anhelo el día en que muchos venezolanos, incluyéndome, podamos tener nuevamente la Venezuela de antes