Tú debes ser Harald, mucho gusto y gracias por la bienvenida. Este lugar es justo como escuché, no puedes oír ni tus propios pensamientos entre tantas personas y bocinas de auto…No es nada como mi querido hogar. Pero agradezco tus buenos deseos, y me recordaré de preguntarte si algo no me cuadra, sé que no será molestia para ti, corazón.