Oyeme, ser de las mayores no te da el derecho a llamarme así, mocosa. Es broma, te adoro. ¡También te extrañe! Aunque un poco. Pues, no mucho, nuestros hermanos me dan dolor de cabeza a diario. ¿Y tú?
Lo mismo digo, pequeña Effie. Te lo agradezco, aprecio tu bienvenida. He estado genial, aunque el trabajo como ministra me impide estar con mi familia como gustaría, pero bueno, ya habra tiempo. ¿Y tú, cielo?
¡Piojo 5! Bienvenida seas, pequeña. Te eché de menos, tanto que estoy a nada de comenzar a llorar por lo feliz que me hace tu llegada. Sí, ya estoy en modo papá sensible. Espero todos te reciban como mereces, o se verán con el elegido.