SocTomRiddleSP
Oh, ¿entonces no me crees capaz de todo lo que puedo hacer? Pues bueno, supongo que debo darte una pequeña muestra, ¿verdad? — El joven sacó su varita que guardaba dentro de los bolsillos de su arreglada túnica y apuntó hacia la muchacha. Para después, pronunciar uno de los tan conocidos y placenteros hechizos para él. —¡Cruciatus! — Y así, una sonrisa se dibujó en sus labios y escuchó quejarse a la contraria.— ¿Me crees ahora? ¿O debería continuar?
SocMargaretTozierSP
sigo pensando qué eres un tonto. —la joven Tozier soltó esas últimas palabras con debilidad, quedándose recostada un par de segundos más; intentando recuperarse de aquello. después, casi sin pensarlo, se levantó rápidamente, tirándole una mirada de odio al mayor. ¿no tenía otra cosa por hacer? ¿lastimar era su pasatiempo? seguro ese es el motivo por el cuál este permanecía solitario, aunque sabía perfectamente que merecía puras cosas horribles. enseguida huyó de ese espantoso lugar, con un dolor de cabeza insoportable; tambaleándose de vez de cuando—
SocTomRiddleSP
Yo te lo advertí, así que no vuelvas a subestimarme, niña. — Seguía sonriendo, disfrutando de la escena. Su varita continuó en la misma posición por unos cuantos segundos más y finalmente la dejó en paz. — Ahora vete y déjame, no te acerques a mí de nuevo. O te mataré.
SocMargaretTozierSP
haz lo que quieras, maldito patético. —bromeó la chica de cabellos azabaches restándole importancia al asunto, para seguido soltar una larga carcajada al observar el objeto que este sostenía en su pálida mano; le parecía totalmente gracioso lo que estaba presenciando, ¿acaso tenía cinco años? todos estos pensamientos desaparecieron cuando sintió un gran dolor en su cuerpo, quemándole por dentro. era técnicamente imposible, ¿cómo la magia existía? nada tenía sentido en lo absoluto. de pronto se encontraba sobre el suelo, dejando escapar unos gritos desgarradores de su garganta, sus ojos comenzaban a cristalizarse—; ¿qué demonios te sucede?!
