Sofi7-7
Después… quizá no hay después.
Pensar… ¿qué sentido tiene pensar, si el corazón no piensa? El corazón siente.
Miedo al sufrimiento… ¿al que aún no pasó?
¿Cómo temer algo que ni siquiera sé si se cumplirá?
Qué estupidez. Qué ilógico.
Las situaciones cambian, las variables son infinitas.
Ningún libro con distintos personajes tiene el mismo final,
aun cuando compartan el mismo conflicto.
Palabras. Palabras dichas a propósito,
sin remordimiento, sin cuidado,
como cuchillos lanzados al aire.
¿Y cómo alguien que juró tener cariño
puede actuar con tanta crueldad?
Entonces pienso en desaparecer.
Eliminar redes, borrar rastros,
como si con eso también se borraran
los “te amo” que sonaron tan vacíos,
tan mal pronunciados.
Fingir mi inexistencia, anular mi valor.
Irrespetar mi presencia…
como si la vida no doliera ya lo suficiente.
¿Quién podría creer que somos tan reemplazables?
Perdí la fe después de tanta maldad.
Tonta, ingenua, ilusa por seguir confiando.
Por seguir creyendo en la fe del amor.
Siempre di de más.
Y nunca fue suficiente.
Tal vez fue demasiado en las manos de el equivocado.
Del que siempre le dieron tan poco y no supo que hacer con tanto amor.
Quizá eso pasó.
Quizá para algunos el amor es momentáneo,
porque nunca fueron amados de verdad.
Quizá creen que amar es eso.
Es perder, es dolor, es ciclo.
Realmente nunca lucharon por ustedes...
Realmente nunca lo intentaron.
Hasta el mas experto cirujano sabe que hay mismas operaciones con distintos resultados...
Y si ambos colaborasen, siempre sale todo para bien.
Pero realmente..
¿Creemos que lo que vale la pena, se consigue fácil?
If you don't fight for your love...¿What kind of love do you really have?
MapacheJTK
@ Sofi7-7
Después... sí, después entendí muchas cosas.
Que a veces el silencio dice más que mil disculpas,
y que el amor, cuando duele, no deja de ser amor,
solo cambia la forma en que se pronuncia.
No fue maldad, fue miedo.
Miedo de perder, de fallar, de no saber cómo sostener algo tan real.
Y en ese intento torpe por proteger, terminé hiriendo.
Qué ironía... querer cuidar lo que al final rompí.
Aun así, no hay día que no piense en vos.
En tus palabras, en tu fe, en tu manera de amar sin medida.
Fuiste luz incluso cuando todo era sombra,
y si algo aprendí, es que amar de verdad también significa aceptar el dolor que dejamos atrás.
No busco perdón, ni respuesta,
solo que sepas que tu voz aún resuena en mí,
que tu nombre sigue siendo hogar,
y que tus palabras, aunque duelan, me recordaron quién era antes del miedo.
Quizá el amor no se trata de finales perfectos,
sino de reconocer lo que fue verdadero aunque fuera un suspiro y doliera.
Porque sí, Sofi...
si no se lucha por el amor, ¿qué clase de amor se tiene?
Y yo, aun con mis errores, sigo creyendo que lo nuestro fue esa clase:
la que se recuerda aunque la vida siga y no se pierde en el tiempo..
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