El nuevo video de Vivinos despertó una inspiración que hacía tiempo no sentía. Toda la noche —o mejor dicho, toda la madrugada— me la pasé editando el capítulo, hasta que se estrenó el video de Vivinos. Me dio tantas ideas y tanta inspiración que no pude resistirme a escribir este poema, y publicar más temprano el capítulo 21. Aunque no tenga nada que ver con la historia, me gustaría compartirlo porque… no sé, supongo que quiero que alguien lo vea. Y espero que les guste.
"Si amarte fuera un pecado,
yo sería el mayor pecador del mundo.
Busco tu mirada
cada día,
cada noche,
en cada sueño,
y en ninguno la recibo.
Pero bajo este cielo nocturno,
bajo este cielo rojo como la sangre,
por fin me la das.
Aunque ya no esté aquí en vida
para sentirla en mi piel,
pero es mi espíritu
quien se aferra a tu mirada
como a un último refugio.
Nunca me arrepentiré
de nada de lo que hice.
Nunca me arrepentiré
de mi sacrificio.
Valió la pena,
aunque me haya arrancado todo.
Y aun así…
no sé si tal vez tú me ames ahora,
si tal vez tu visión de mí
ha cambiado.
No sé nada de eso.
No me dejan ver
más allá de las nubes,
no me dejan tocarte,
no me dejan oírte.
Pero no me importa.
He aprendido a vivir
sin tu mirada,
sin tu voz,
sin tu amor.
Y aun así,
cada noche, me rompo un poco más
por no sentirte.
Sé que llegará el día
en que pueda verte,
sé que llegará el día
en que estemos juntos al fin,
aunque no sé en qué vida."
Creo que será la única vez que haga esto, ya que esta vez no me pude resistir.
