Finalmente, pudo descansar en la Paz del Creador el 30 de Diciembre del 2020 y tuve que demostrar ante mi familia y amigos mucha fortaleza y entereza.
Gran cantidad de personas vinieron a casa a demostrarle su respeto y afecto, tanto a Mi Padre como a mi familia toda.
Fué realmente difícil, puesto que estábamos en plena cuarentena por Pandemia. Aún así, hubo una verdadera romería de amigos, vecinos, clientes, familia, colegas y desconocidos para nosotros, pero muy conocidos por mi Padre, que dicho sea de paso, era médico naturista con muchos pacientes agradecidos.
Una de sus antiguas amigas le llevó un arreglo de orquídeas bebés de varias especies, era un primor. Así que una de mis hermanas mayores quiso hidratarlo para preservar las flores en buen estado y una orquídea amarilla del ramito de soltó, mi hermana trató de volverla a insertar dentro del oasis y por alguna razón no se sostenía, de modo que ella decidió dejarla sobre la mesón de la cocina.
Uno de los niños presentes procede a tomarla y se le cayó, como si fuese agua se resbalaba de sus deditos. Decido intervenir y la tomo con mucho cuidado y al observarla me percato de sus características, no solo era amarilla, sino con manchitas color café como las pecas en mis mejillas.
La hija de una amiga observaba en silencio todo lo que acontecía en torno a la pequeña florecilla, me mira fijo y comenta simplemente: Creo que Don Simón le está regalando una orquídea... Recíbala. Yo no pude evitar la emoción al recordar mi personaje "Pequi" e inconscientemente dejé rodar una lágrima.
Mi Padre siempre creyó en mi, aunque no me lo dijera directamente..... El mensaje último, lo comprendí en mi corazón.
Espero que disfruten de mi historia y puedan amarla tanto como Papito me lo hizo saber.
Nos leemos pronto. Recuerden siempre que El Sol siempre sale para todos....!!