S&S
«Una lastima estabas guapo», de repente menciona mi falta de cordura.
—¿Qué dices? —respondo intentando entender que pasa conmigo.
En aquel momento abrimos la primera puerta que según para nuestra percepción se encontraba más alejada de nuestro origen, sin esperar más buscamos una forma de comunicación.
«La suerte está de nuestro lado» pensé. Al encontrar un teléfono móvil.
«¿La suerte? Yo diría más bien que Dios se apiadó de tu alma pecadora», responde la voz, que se ha vuelto imprudente.
«No estás ayudando», comento molesta, mientras hago una mueca.
—Este es el servicio de emergencias —contestaron del otro lado— ¿Cuál es su emergencia? —interrogo.
—Nos han secuestrado y necesitamos ayuda —dijo Lía tan rápido que no se dio a entender.
«¿Desde cuándo es ella rapera?»
—¿Eso que? —me cuestiono a mi misma.
Respiro hondo, al mismo tiempo que cierro mis ojos, pero nada más termino de abrirlos se escucha como todo en un instante se escandalizó, la sorpresa me invade y el miedo se apodera de mi;
«Te lo advertí ¿No?».
—Calla idiota —respondo tensa—¿Esto no está bien?
Aún paranoica y con miedo camino de un lado al otro en el estrecho de la puerta, se escucha a hombres aún más cerca de un lado a otro y una serie de maldiciones con ello.
«Es nuestro fin», responde de forma errada la pregunta mi mente.
—Por Dios, dame aliento —menciono por lo bajo.
Lía respiro unas tres veces antes de volver a repetir su oración, la escuché decir que "no sabía" supe que pregunta le hicieron.
«¿De que lado estas?», pregunto pero antes de tener respuesta entra un hombre, pero por inercia atraque con el pedazo de metal sin forma, Lía cerro el teléfono y sin pensarlo ya estaba ayudando me a esconder el cadáver que ya hacía en el piso inerte.