Ash: bueno, ¿cómo podría empezar ésto?, tal vez con una pregunta de tan sólo cuatro palabras bastaría, pero aún así, no me quedaría satisfecho. Desde el primer momento en que comenzamos a hablar, me sentí distinto a que con otras chicas, pude soltarme más y depositar en ti mi confianza.
Amo cada parte de ti, sin ninguna maldita excepción. No hay nada que no me tenga jodidamente loco. Tu personalidad es una de ellas, tan directa, divertida, bromista, pervertida, juguetona, tierna... cada una de esas cosas fueron atrapándome por completo, poco a poco, sin apuro pero con mucha seguridad. Kayla, te amo demasiado, más de lo creí hasta unos segundos antes de comenzar a escribir ésto, ya que recordé lo perfecta que eres. Y tal vez se me está haciendo corto, pero no quiero desperdiciar más tiempo en preguntarte: ¿quieres ser mi novia?