Totalmente cierto. Eres el único que me logra alborotar de sobremanera, llega un punto donde no soy capaz de sostener nada, ni siquiera mirarte. ¡Qué vergüenza! ¿Mh, sí? No puedo imaginarlo, la piedad no entraría después. Dilo otra vez, repite que eres solamente mío. ¡Nadie más puede tenerte! Solamente yo, así serán en nuestras próximas vidas, te buscaré.