mira nada más, el señor criminal se ponía exigente, ¿“quizá me regalabas un abrazo”? queda en mi si te doy un abrazo o no, querido líder de culto. ¡porque me abandonaste! me dejaste sola con Satoru, es básicamente lo mismo que hizo Toji solo que él es súper feo y lo aplicó con su hijo mientras que tú lo hiciste conmigo: dejaste a esta pobre alma en pena a su suerte, ¿no te sientes mal? claro, a veces paso por alto la golpiza que les dio a ambos, fue la primera vez que temía por el mundo de la hechicería. ujum, no te daré el placer de molestarme rápido, señor criminal, he pasado años sola con Satoru, ahora soy inmune a … las bromas y todo ese tipo de cosas. pensaba que después de abrazarte te bañarías en spray desinfectante, un pajarito me contó que eso haces cada que un “no hechicero” se acerca a “tu templo” a pedirte ayuda… pero si me dejas abrazarte, entonces me gustaría hacerlo— mmm, lo tendré en cuenta, quizá con el paso del tiempo vuelva a tener la confianza de abrazarte sin avisar o sin pena alguna. me alegra escucharlo, siempre te vi con esas vibras de ser un gran padre, esas niñas tuvieron mucha suerte de que las rescataras. JA, no me sorprendería si no fuera una broma. ¿de verdad quieres escuchar un montón de pesadillas tormentosas? aunque bueno, el cigarrillo jamás te lo negaré.