♡ Sea.♡

?

Déjame pensarlo.

¿Si?

yo soy tu marido y tú eres mi esposo.

Sea se dejó caer suavemente sobre el pecho de Acrux, como si aquel fuera el lugar más natural del mundo. -Sabes... tienes un pecho sorprendentemente cómodo para ser un demonio -murmuró con una sonrisa traviesa, cerrando los ojos por un momento, disfrutando de la cercanía. Sin moverse demasiado, deslizó una mano hasta el cuello de Acrux, sus dedos jugando distraídamente con el borde de su camisa.
            -¿Vas a quedarte ahí sin hacer nada, o tengo que pedirlo con más detalle? susurró, sin abrir los ojos, pero con la sonrisa creciendo-. Vamos... no voy a morderte. Esa es más tu especialidad, ¿πο? - Su cabeza se acomodó un poco más, su aliento rozando la piel de Acrux, dejándole la decisión en sus manos.

Quiero estar siempre contigo.

Voy corriendo.

Tú eres el bello aquí, amor.

¿Si, mi amor?

Para ti también, mi vida.

Tú eres mi vida entera, sabes.

Te amo muchísimo más, eres el mejor de todos.

Por dios, te quiero comer a besotes.

Te amo tanto de verdad, eres lo mejor que me pasó, aquí y en nuestras otras vidas.

Tú estás más.

como estás????

HOLAAA HOL HOLIS

Te amo muchísimo más 

¿Q paso?

Mmm. No sé.

Sea se acercó con una calma casi descarada, sus ojos brillando con esa mezcla de luz y travesura que parecía nunca apagarse. —Dime, Acrux… ¿los demonios también se ponen nerviosos? —murmuró, inclinándose lo suficiente como para que sus rostros quedaran a escasos centímetros—. Porque tienes esa mirada que dice 'ni se te ocurra', pero tu silencio dice otra cosa. -  Una ligera sonrisa curvó sus labios mientras su dedo rozaba suavemente el mentón de Acrux, levantándolo apenas.

O me lo vas a negar?

¿sale un beso?