/sentada en medio de la oscuridad sobre su trono helado estaba Freya contemplando su palacio vacío, acariciando el silencio puro, esperando que llegara uno de sus niños arrepentido por dejar el cuerpo de su reina abandonado, al merced de quién sabe que, ilusionada porque alguien llegara. Pero nadie vino y las lágrimas comenzaron a inundar sus gélidos ojos que miraban el vacío.