Aeraxes había crecido bajo la tutela de Alfred, aprendiendo sobre el vasto legado de los Wayne, pero siempre manteniendo su independencia. Desde joven, se destacó por su inteligencia aguda y su habilidad para adaptarse, una cualidad que le permitía cambiar su identidad y comportamiento dependiendo de sus necesidades. Algunas veces, elle/el/ella. se mostraba como un joven tranquilo y reflexivo, mientras que otras veces, tomaba la forma de una persona enérgica y rebelde.
La confusión sobre su identidad no se limitaba solo a su familia. Gotham, una ciudad que parecía incapaz de entender la naturaleza de su padre, tampoco comprendía a Aeraxes. Pero elle/el/ella no se preocupaba por eso. En su corazón, siempre había sentido que no debía ajustarse a ninguna etiqueta. Para Aeraxes, el concepto de identidad era fluido, algo que cambiaba con el viento.
A pesar de su naturaleza inestable, había algo que lo mantenía firme: su amor por Gotham. Sin quererlo, Aeraxes se encontraba siguiendo los pasos de su padre. Sin embargo, en lugar de luchar directamente contra el crimen, elle/el/ella prefería manipular las sombras desde las que podía influir. Con sus habilidades para entender el comportamiento humano y manipular las emociones, se convirtió en una figura de poder en la ciudad, uno que estaba a medio camino entre el bien y el mal.
