Yo tampoco te levante precisamente a ti la voz, ¿de acuerdo? No fue con mala intención. Se que no es normal, pero no podía dormir y supongo que de tanto pensar de la nada recordé el ensayo que debía entregar y estuve tan distraída que ni siquiera lo empecé así que pensé que tú podrías ser mi salvación. Pero de todas maneras jamás te había oído decirlo tantas veces en una oración. Por supuesto que lo estás siendo, y no entiendo porque. ¿Tu? Yo no estaba haciendo nada malo, simplemente era una amiga pidiéndote ayuda en un asunto de vida o muerte, ¿que hay de malo en eso? Espera, ¿que? Mierda, Aiden, nadie ha dicho absolutamente nada de eso, ¿por qué carajo…? ¿Piensas que eres eso para mi? Pues bien, piensa lo que quieras, no te debo absolutamente ninguna explicación de nada, al final de cuentas, ni siquiera somos amigos cercanos. Tienes razón, no te preocupes, olvídate de mi estupido ensayo y descansa, me voy asegurar de cerrar perfectamente bien la puerta en cuanto me vaya. No puedes llamar patético a alguien que ni siquiera conoces, y yo jamás mencioné nada de un novio, fuiste tú solito el que sacó la conclusión, pero, ¡bingo!, adivinaste, tengo novio. Y mi novio, el cual lleva el nombre de Jack, no es para nada patético, y si, estás en lo correcto, no tengo idea de porque llegue a pensar por un momento que podrías ayudarme en vez de recurrir a la persona que literalmente estaba a mi lado. Buenas noches, Aiden.