shhh, merecías un buen desayuno después de haber estado tanto tiempo sin probar mi comida. no creas que no te he visto beber café y no comer nada más antes de irte a trabajar. /alzó el dedo índice mientras refunfuñaba, como si estuviera regañándolo, y terminó por dejar ir una dulce risa. analizó los gestos impropios y cruzó los brazos bajo su pecho, asintiendo con la cabeza varias veces. tienes razón, lo importante es que no se haga costumbre. hablando de eso... ¿qué quieres almorzar hoy? tienes mucho que contarte sobre maldiciones ¡y tus alumnos! /apuntó: su expresión se enterneció inevitablemente al verlo probar lo que había preparado. alzó ambas manos. son manos perfectas para estar junto a las tuyas. /bajó la mirada al tenedor, y abrió la boca para degustar de allá donde él lo había hecho. me gustas tanto, alex.