Hola, luz de mis ojos. Lamento el abandono, pero el trabajo está acabando conmigo. No quiero hablar ni siquiera de todos los problemas que hemos estado teniendo. Pero no quiero hablar tanto de mi, ¿cómo estás tú? Tenemos que ponernos al día, Lice. Y ya que te veo, aprovecho para reafirmar que tuve tu permiso para llevar a Lucy de compras en un día de clases. Si eres tan amable, reitérale esto a tu esposo y dile que me deje ser feliz con mi ahijada.