Hola, ángel. No tienes que justificar tu trabajo de espionaje, aunque es la quinta vez esta semana que te veo en los entrenamientos de Slytherin. Espero que no estés tratando de robar nuestras técnicas para pasárselas a tu equipo… ¡Es broma! Eres demasiado dulce para hacer algo así. Sí, te vi, Longbottom. Tu presencia es difícil de ignorar; eres como un sol que se pasea por todo el castillo. El capitán se comportó como un imbécil, sí. Estuve a punto de perder la paciencia y mandarlo a la mierda, pero tuve que contenerme. Tu hermano me matará si me escucha hablar así delante de ti, así que por favor guárdame el secreto, ¿sí, ángel? De verdad, cuando te vi todo se hizo más tranquilo. Me hiciste sonreír cuando esa mariposa se posó en tu nariz, fue tierno. No entiendo cómo lo haces. En fin… Ven más seguido a los entrenamientos. Y no solo por tu espionaje matutino, eh, ven porque me gusta verte, Lizie. Pero ten cuidado, estos idiotas vuelan como locos con sus escobas. Así que, bueno, si decides venir, te estaré mirando, princesa. Solo avísame.