Alyssa, mi querida hija, que alegría que estés aquí. Ven aquí y siéntate a mi lado, la verdad necesito un poco de comfort en estos tiempos tan sombríos
-Dijo Rhaenyra mientras acariciaba con tristeza los cabellos de su hija-
A diferencia de con sus hermanos, los dioses fueron generosos en velarla de las habladurías, princesa. Es casi el reflejo de su madre. Hm. Bienvenida sea.