Oye, tú. Sí, tú, el valiente de turno. Te vi hace nada jodiendo a un amigo muy querido de mi hermano, así que dime, ¿de qué coño vas, tío? Es más, antes de que sigas haciéndote el interesante, explícale a mi paciencia por qué no debería romperte la cara ahora mismo.