¡Anya! Vaya, no esperaba verte por aquí tan pronto, ¡pero no me malinterpretes! Me da gusto verte, eh, ya estaba comenzando a preguntarme en qué momento decidirías aparecer por aquí para honrarnos con tu presencia. ¿Dónde te habías metido, escurridiza? De verdad estabas haciéndome falta. Porque no tenía a quién molestar, claro, además, habías prometido invitarme hamburguesas la última vez que nos vimos, espero que cumplas con tu palabra.