Tú. TÚ. ¿Eres tú, Arvin Atkinson, el cabrón que se come las malditas hojas para las impresiones? Porque Reed está que me patea el trasero si eso vuelve a pasar. Mira, quizás encuentres entretenido convertirte en hámster y hacerme la vida miserable en mi trabajo, pero yo no lo veo divertido. Así que controla esos impulsos de morder las hojas con tus dientecillos a no ser que quieras reprobar Las Primeras Filosofías de los Supes.
Ahora, una vez dicho esto, sé cordialmente bienvenido. Espero no verte mucho en la oficina de Reed este año.