No hay nada qué agradecer, con mucho gusto te doy la bienvenida. Oh, ¡lo lamento! Es la costumbre... Ah, te lo agradezco mucho. Entiendo, entiendo, en ese caso deberías de tomarte una siesta, seguro te ha de pintar muy bien y mejor en este bello jardín. ¿Una roca enorme? Oh, vaya, eso suena muy divertido. Capaz en otra vida fui una dulce abejita, ya que amo demasiado las flores. He recorrido una pequeña parte solamente, pero por lo que he llegado a divisar ¡es realmente encantador todo! Hay mucha vegetación, y muchos lugares en los que puedes admirar la vista o te puedes ir a relajar un rato si lo que necesitas es aire fresco. Por cierto, ¿podría saber cuál es tu bello nombre?