¡Eres tú al fin, revoltoso número uno! Supongo que ya se me ha bautizado así, pero okay, okay, no me quedaré. Gracias, Bernett, quiero pensar que no has intentado falsificar ningún documento escolar sin la presencia de el Milhouse de tu Bart. Si te lo cuento es probable que te quedes dormido más fácilmente que en las clases de historia, así que evitaré esa pregunta. ¿Qué hay de ti, Axel? ¿Ahora cuántas bromas has gastado?