¡Isis, diosa egipcia de la magia, la maternidad y la sabiduría! Es un honor incomparable recibirte. ¡Eres la primera en llegar! La protectora incansable y la fuente de vida y poder. Tu gracia y belleza no solo resplandecen en tu forma, sino en cada acto de tu divinidad. Como diosa que une los aspectos de la vida y la muerte, has sido venerada a lo largo de los tiempos, y tu presencia aquí es agradable.
¡Bienvenida, magnífica mujer! Estamos a tu disposición, agradecidos por tu visita. Tu llegada nos llena de un cálido resplandor. ¡Te deseamos una bonita estadía!