adivinw, padrino /susurró la pequeña, acercándose al oído del mayor y tapando con su manita – yop swre la princesw blancanieves, y tu swras cenicienta ! /río – o puedws sed un príncipe..
/ una sonrisa se plasmó en su carita y devolví el beso en la mejilla, dejando un pequeño rastro de migas el cual limpió rápidamente con su manita y una mueca de asco – debws de consertirmw, y dalme amod. yo te prestaré mis muñecas.
/ la menor agarró la galleta de la mano del mayor, riendo mientras se llevaba el alimento a la boca y se colgó de la pierna de el – sw mi padrino, ¡di quw si!