¡Bartimos! Anduve por ahí, en un lugar, en asuntos privados. Espera, ¿Cregan? Ni siquiera lo he visto hoy, baboso. Me haces ver como si fuera un promiscuo y enamoradizo, lo que obvio no soy. Ya déjame en paz, no quiero seguir escuchándote hablar de fetiches raros.