Sophie.

¿Es muy pronto para expresar el rechazo que mantengo hacia ella? 

No existen aquellas batallas de las que hablas, Básil. Cada una que decida presentarse en el camino la harás acompañado de mí, porque es el trato que firmaste de una u otra manera cuando apareciste en la puerta de mi casa. No entiendo por qué estás tan enfrascado en acercarte a ella, tampoco deseo hacerlo, pero la próxima vez lo harás conmigo o Chérine, ¿entiendes? No irás solo. Y yo me elegiría como compañía, porque Chéri le arrancará el cabello a esa loca.

Mhm, comprendo. ¿Se puede saber qué hacías con ella, Básil?

Te dejaré el rostro peor que tu amiguito.

¿Y qué quieres que haga? ¿Que te felicite por venir y encontrarte de esta manera? Claro que—... ¿¡Que hiciste qué!? ¿Por qué no me avisaste? ¿Fuiste solo? ¿Fuiste con alguien? ¿Con Caín? Santo Merlín, Basil, se supone que me avisarías de cualquier cosa sobre todo si se trata de esa mujer. Sabes que ella jamás va a cambiar, siempre seguirá con esos imbéciles y la estúpida adicción, ¿por qué te arriesgas así? Y no importa si me pongo seria o no, no pienso estar feliz de encontrarte así y saber lo que hiciste. 

Respeto que no quieras hablar del tema, cariño. Pero no creas que no note tus heridas. Y olvidas que tu novia, a demás de ser Ravenclaw, te conoce como la palma de su mano. Sinceramente, creo que mi padre siempre estará en negación. Es algo… sobre-protector. Pero me alegra que lo entiendas, verás que poco después ya no será tan indiferente. Cariño, ¿recuerdas la última vez que prometiste no desconcentrarme y terminó siendo todo lo contrario? No sé cuánto confío en tu habilidad para contenerte, pero elegiré creerte por esta vez. ¿Confesión de amor? ¿Realmente consideras esa… plática, como mi confesión de amor hacia ti? No lo puedo creer. Pero, eso tampoco era tan cierto. Era mi ego hablando por mi. Y aún que en realidad no tengo nada de que preocuparme, hay una parte de mi que tiene miedo de tropezar. Oh, aquí vamos de nuevo con la competencia. ¿Es este el Bash que conocía hace un par de meses? Pues entonces déjame recordarte que, en el último examen de Artimancia, fui la única en obtener un “Extraordinario”. Lo siento, cariño. No siempre se gana. Yo sé que es una idiota, Bash. Ni siquiera me molestaría negarlo. Pero al final del día sigue siendo mi madre, y ella… quiere que vuelva a pasar el verano en Florida, y yo preferiría tirarme de la torre de Astronomía antes de hacer eso. Espero mi papá pueda hacerla entender. Me atrapaste, Bash. Quise ser discreta, pero si; efectivamente te estoy invitando a una cita. Y me temo que no tienes otra opción más que aceptar. ¿O es que acaso no quieres tener una cita con tu radiante e inteligente novia? 

Bash, no sabía que tenías que ir a ver a tu papá. ¿Está todo en orden? No tienes que hablar de eso si no quieres, solo quiero asegurarme de que estás bien. Y, hablando de padres, el mío sigue en negación después de que hicimos lo nuestro oficial… Pero no te preocupes, yo sé que en el fondo le caes bien. ¿Ah, si? Pues ahora que lo mencionas de esa manera, me encantaría poder decirte encantamientos al oído. Así también nos sirve a ambos de estudio, si es que no nos desconcentramos demasiado. Lo sé, Bash. Pero son exámenes finales, prácticamente los más importantes del año, y no puedo permitirme un solo error. Amor, realmente dudo ser la bruja más inteligente de nuestro año, pero al menos me esfuerzo. Y mi madre ni siquiera se ha dignado a escribir para decirme hola. Pero no hablemos de eso, no quiero amargarme más el día. ¿Supiste del nuevo restaurante de Hogsmade? Definitivamente deberíamos probarlo, por lo que me enteré habrá una salida el sábado. 

¿Horas? Discúlpame, pero esas se sintieron como mucho más que unas simples horas. Y, para tu información, no estaba escondida en la biblioteca esta vez. Esta vez estaba escondida en el salón de Encantamientos para el examen de la siguiente semana. ¿Ah, si? Siendo sincera, aún no entiendo cómo podría recitarte encantamientos al oído mientras me besas. Pero ya que lo mencionas, unos besos tuyos no estarían nada mal. El estrés está consumiéndome de nuevo. 

Para tu mala suerte, ningún golpe afecto parte de mi cerebro como seguramente lo hizo contigo. ¿Infantil? ¿Yo? Fuiste tu el que empezó con sus jueguitos y estupideces cuando yo estaba muy tranquila sin molestar a nadie, así que no te atrevas a volver a llamarme infantil porque créeme que no tienes el derecho. No eres quien para subestimarme, ni para decir si estoy lista para un puesto o no. Y, por milésima vez, mi nombre es Sophie. No me podría importar menos que alguien como tú piense si soy ejemplar o no. ¿Ah, no? Pues ya te aseguro yo que el Director Longbottom estará encantado de enterarse de todas las porquerías qué haces fuera de los salones aun que tengas pinta de no romper ni un plato. ¿A las 12 de la noche? No creo que alguien pueda escuchar tu “queja” a esta hora de la noche. ¿Quien te crees tu para subestimarme? No sabes nada de mi, no puedes decir que “abuso de mi poder” y que “no soy digna de ser prefecta” cuando no sabes toda la mierda que trabaje para conseguirlo, así que te aconsejaría que cerraras de una vez la boca si no quieres otros 50 puntos menos. 

¿Seguro no te caíste de la cama cuando eras un bebé? Porque parece que se te daño un poquito el cerebrito al pensar tantas estupideces. ¿Que sabes tú de mi? No me conoces, no tienes porque, solamente eres un constante dolor de culo en mi vida. ¿Eso es una amenaza, Basil? Bien, pues 50 puntos menos para Slytherin, entonces. A ver cual de los dos cae primero. Yo no abuso de mis privilegios, imbecil. ¿A quien crees que le creerían? ¿A un chico con pésima reputación o a una prefecta ejemplar? Los dos sabemos que llevo la ventaja.  Si no soy tan importante, date la media vuelta y déjame en paz de una buena vez, ¿o vas a seguir intentando descubrir información sobre mi vida? 

¿De verdad crees que uso la oportunidad de ser prefecta a mi favor solamente para escabullirme en las noches porque quiero? Pues déjame decirte que estás más que equivocado, Parkinson. Por favor, no me hagas reír. Puedo fácilmente decir las palabras ahora y tu junto con toda tu casa se irían hasta al final de la copa de las casas solamente porque quiero. ¿Y quien se dignaría a creerte, eh? ¿Tus pandilla que dicen ser tus amiguitos? Que estupidez, es lo más inmaduro que he escuchado a alguien decir. Mi padre me conoce, sabe que no sería capaz de escabullirme con… contigo, o con alguien como tú, básicamente. El no creería el rumor ni de chiste. Sophie con E, carajo, es con E, no con A. ¿Acaso me espías o porque sabes todo lo que hago con exactitud? Por supuesto que tengo amigos, que de verdad tengas la vista dañada y jamás los veas realmente no es ningún asunto mío.