London Boy.

¿te sigues sintiendo raro al jugar? aunque lo dudo porque ha pasado un mes ya. chau.

¿está yendo todo bien en el equipo?

trataré de estar, perdóname ):

¿cómo estás, Ben?, ¿qué tal todo?

cuánto me alegra que te hayas recuperado de tu lesión, tesoro! más te vale que así sea o tendré que ir a la puerta de tu casa a llorarte, eh. te extrañé mucho, mucho, mucho! 

CHIQUITO ☹️ cuánto me alegra que coincidamos, he estado muy bien, ¿tú como has estado? también te extrañé mucho 

VEN 

HOLA. buena tarde (noche).

te amo yo más, muuucho más.

uh si, han mejorado demasiado. me encanta eso, eh. ya volverás, volverás mucho mejor que antes, no tengo duda de eso.

YO IGUAL 

al paso que vamos es seguro que muy pronto, eh.

Valentina se encontraba leyendo algunas noticias deportivas y de moda mientras esperaba pacientemente la respuesta del joven deportista inglés. su teléfono sonó y al leer el mensaje no pudo evitar dejar que una risa se saliera de sus finos labios rosados. antes de responder el toque suave en su puerta le hizo emocionarse debido a que existía la posibilidad de que quien estuviera al otro lado de la puerta fuese aquel británico que la estaba iniciando a cautivar y en efecto, al abrir se encontró con la dulce mirada ajena, esbozando una sonrisa que mostraba por completo sus dientes, recordando la hermosa noche que juntos habían compartido: —buenos días, perezoso —saludo llamándolo por el adjetivo que él había utilizado en su mensaje al mismo tiempo que debido a la diferencia de altura se colocaba de puntillas y dejaba un casto beso en la mejilla derecha ajena. saliendo por completo de su habitación y cerrando la puerta detrás de ella—. ¿has dormido bien? —cuestiona cuando ambos comienzan a caminar, teniendo su mirada celeste puesta en el rostro ajeno queriéndose encontrar con los orbes encantadores ajenos: —que bien te ves hoy, eh —se atrevió a decir en un susurro lo suficiente alto para que él escuchara, meneando su cuerpo hacia él para empujarlo levemente y reír. era la verdad, el atuendo del británico era simple pero a ella le gustaba y veía la necesidad de decirle lo bien que se mirada ese día. 

las palabras que de los labios ajenos salieron le hicieron sonreír aún más, mordiendo su mejilla interior sin hacer mucha fuerza. más ella seguía pensando que no había estado tan bien su acción de minutos atrás: —tampoco me arrepiento —murmuró bajando por unos segundos la mirada. de no haber sido por el miedo que le recorrió al pensar en lo que en el futuro pudiese pasar, valentina sin importar que, hubiese besado al futbolista del Chelsea, más ese no era el caso. de nuevo la cercanía debido al beso que en su frente había depositado el británico le hizo ponerse de nuevo nerviosa. mirándolo por última vez, decidió que era mejor entrar de una vez porque si seguía ahí parada junto a él se lanzaría sin pensarlo y no quería eso, no ahora. al entrar a su habitación, busco en sus maletas una pijama, la cual se colocó con rapidez. yendo a lavar sus dientes mientras pensaba en lo que había sucedido en el día. ya lista para ir a descansar, se tumbó en la cama. los momentos que compartió con el británico se hicieron presentes en sus pensamientos, provocando que una risa se escapará de sus labios y tratará de dormirse algo que le costó demasiado, debido al lío que en ella había, pero al final, se dejó caer en los brazos de morfeo para no pensar más en ello. a la mañana siguiente, despertó no tan tarde, con unas energías que hasta a ella le sorprendieron. se dió una ducha rápida y opto por colocarse algo cómodo con colores cálidos. arreglando su cabello y colocándose perfume. al salir de su habitación, la idea de ir a tocarle la puerta al inglés le invadió más prefirió enviarle un mensaje antes para verificar si estaba despierto: "ben, buenos días ♡. desperté tempranooo, más no se si tú también" ya enviado el mensaje, espero un poco de tiempo recostada en la puerta de su habitación.

la cercanía entre ellos era más de la normal. ambos invadiendo el espacio personal del otro y alborotando sentimientos que estaban iniciando a crecer, cuales valentina esperaba que se estancaran para así no arruinar la amistad que entre ellos estaba surgiendo. ¿realmente lo iba a hacer? no estaba por completo segura ya que tenía claro que eso traería consigo muchas consecuencias que podrían ser tanto malas como buenas y temía saber el final. sumando que ella pensaba  que su acción sería demasiado pronto ya que hace tan solo un par de horas se habían visto físicamente por primera vez pero en cierta parte no le desagradaba la idea porque era con ben, el chico que con su mirada podía decirle mucho y poco a la vez. se retracto así misma, a los segundos notando como el mayor se colocaba de pie y le extendía la mano para ayudarla, tomo el libro que el joven le había regalado y acepto sin protestar su ayuda. una suave sonrisa se formó en su rostro al escucharle: —tranquilo, perdoname a mí —hizo una pausa no tan larga, encogiéndose de hombros—, no es el momento, quizás lo sea luego o bien, simplemente no —añadió, comenzando a caminar junto a él, alejando de su mente todo pensamiento fuera de lugar ya que no quería joderse la noche pensando en lo que habría pasado sabiendo que le sería complicado. ambos regresaron al hotel en un silencio profundo. subieron a la planta en donde sus respectivas habitaciones se encontraban. valen, paro en seco y se giro hacia el deportista, pasando una de sus manos por su cabello nerviosa:  —nos vemos mañana, ¿no? gracias de nuevo por el libro, me ha encantado —fue lo primero que dijo, recordando que probablemente irían a una fiesta así mismo agradeciendo de nuevo por el obsequio: —ten un buen sueño, descansa, ben —fue lo último que dijo, guardandose las ganas de decirle de nuevo lo maravillosa que había sido su noche a su lado para no incomodarlo, dandole la última sonrisa del día.