Hace años, Rachelle Lefevre, proveniente de una familia francesa dedicada a la medicina, conoció a Caleb Dawson, un joven aspirante con el sueño de tener su propia empresa. A pesar de la desaprobación de los padres de Rachelle, ambos se enamoraron y se casaron jóvenes. Poco tiempo después, tuvieron una hija de ojos azules como el mar y cabello negro como la noche, a la que llamaron Blair. Aunque Blair no fue planificada, Rachelle decidió seguir adelante con sus estudios de cirugía, mientras Caleb buscaba socios para su empresa, un proyecto que terminó en fracaso. Tres años después, la empresa de Caleb colapsó, dejándolo endeudado con gente poderosa, lo que lo llevó a huir del país, abandonando a su esposa y a su pequeña hija.