¿Besos eh? — el rizado dejo salir una pequeña y floja risa para así acortar distancia con el mayor, llevando una de sus manos hasta su abdomen haciendo que un par de sus dedos comenzarán a pasearse por su cuerpo aún por encima de la ropa, subiendo por su abdomen, pasando por su torso y su pecho para detenerse en cuanto estuvieron lo suficientemente cerca de su rostro como para sujetar de su mentón a la par que su mano opuesta se pocisionaba en uno de los costados de su cintura. — Entonces no deberíamos esperar más — le dedicó un corto guiño con uno de sus ojos para después comenzar a acercarse, ladeando un poco el rostro a un costado y cerrando los ojos en ese trayecto hasta que por fin sus labios hicieron contacto, empezando con un lento pero a la vez enérgico compas. —