Ven a verme en mis sueños, amor mío.
No habría para mí mayor regalo.
Ven, mi amor, con la luz de las estrellas
y acaricia mis ojos con tus besos.
Así fue, según fábulas antiguas,
cómo Amor visitó a una joven griega
hasta que ella rompió el sagrado hechizo
y vio desvanecida su esperanza.
El dulce sueño velará mi vista;
la lámpara de Psique se hará sombra
cuando, entre las visiones de la noche,
vengas a renovar así tus votos.
Ven a verme en mis sueños, amor mío.
No habría para mí mayor regalo.
Ven, mi amor, con la luz de las estrellas
y acaricia mis ojos con tus besos.
— VEN A VERME EN MIS SUEÑOS, AMOR MÍO , shelley.