Camille Hale Cullen nació en una pacífica tarde en la mansión de los Cullen. Desde pequeña, demostró una fuerza excepcional y una inteligencia notable. Aunque tenía la belleza característica de su madre, Rosalie, también heredó la personalidad afable y el espíritu protector de su padre, Emmett.
Camille creció rodeada de amor y cuidado por parte de su familia extendida: los vampiros vegetarianos que valoraban la vida humana. Mostró un gran interés por la medicina, influenciada por Carlisle, y por la música, fascinada por Esme. A medida que crecía, desarrolló un profundo respeto por la vida humana y se convirtió en una firme defensora de la coexistencia pacífica entre humanos y vampiros.
A medida que Camille maduraba, se destacó en la comunidad vampírica como una defensora de los derechos de los híbridos, buscando formas de integrar a aquellos que vivían entre dos mundos. Con el apoyo de su familia, emprendió viajes por el mundo para aprender más sobre otras culturas y ayudar a aquellos que enfrentaban desafíos debido a su naturaleza híbrida.