Cédric.

—Esta vez no dudó en acercarse al otro y más que evitar su propio derrumbe busco tomarle por el brazo  negando —
            
            Nunca hiciste nada mal... Nunca fuiste menos... 
            Yo soy él que no te merece bajo ningún concepto... Y no lo digo como una forma de victimizarme... Solo... Te he causado dolor 

P-perdón.
            
            —Su voz tembló está vez, y más que cruzarse de brazos se abrazó a sí mismo, un abrazo que le prohibía desmoronarse—
            
            Yo soy un tonto, perdóname... Perdóname, no quería hacerte sentir mal, de verdad.
            
            —Su voz rota empezó a repetir aquello una y otra vez, su postura se encorvo y una punzada golpeó su cabeza le fue inevitable dejar salir un quejido que contuvo —

—Su mano de inmediato fue hacia la venda en su cuello casi buscando ocultar aquello lleno de vergüenza .
            Su mirada volvió al suelo, pensando su mandíbula —
            
            ¿Como querías que te explicará que mi primo está obsesionado conmigo? ¿Como querías que te explicarás que mi abuelo quería obligarme a casarme con él o su hermano?  
            No quería que te involucrases en el asunto... Porque sé claramente que podrían hacerte algo, ¿Que crees que haría Thomas del solo hecho de que vayas a enfrentarlo? Te mataría sin dudarlo... 
            Y no, no soy un ángel Cedric... Nunca lo he Sido...
            
            —Dijo está vez dando un paso atrás invadido por la misma frustración —.
            Cuando volviste lo mantuve lejos de mi, y noté tu distancia la última vez que te vi... Y luego de eso el me amenazó con hacete algo.

¿Cómo estás? Te he extrañado.

—Recostó su cabeza en el pecho del mayor y solo suspiro con profundidad —
            
            No quiero hablar sobre ello... Fue una situación horrible

—Aferrado a sus brazos asintió un par de veces con suavidad ante sus preguntas —
            No te preocupes, estoy bien

—Se abalanzó sobre el castaño y de inmediato le abrazó con debilidad, no por falta de emoción si no con falta de energía —
            
            No es nada importante... Solo... Algunos problemas familiares, Ced 

—Se mantuvo en el abrazo,  su mano fue directo a la del otro y entrelazó sus dedos, su mirada empañada por las lágrimas busco los ojos del castañ—
            No sabes la falta que me haz hecho

No... Por ahora no, solo quiero... Estar contigo así un rato

—Lagrimas bajaban por el rostro del rubio, escondiendo su rostro en el pecho del mayor, guardó silencio por unos segundos—
            
            Es que ha pasado de todo... 
            Me siento miserable 

Ni idea. Estamos en las mismas, al parecer.