¿Sabes que cuando dices esas cosas suenas peligrosamente convincente? —pregunto con una sonrisa pequeña, casi tímida, esa que le aparece cuando algo realmente lo toca—. “Potencial”, dice… wow, ni mi tío me habla así cuando intento arreglar la tostadora— Aun así, coloco su mano en la de ella, envolviéndola con cuidado, como si temiera apretar demasiado —Trato hecho, Cunningham. Pero… —la miro directamente— si me dices otra vez que soy inteligente o que tengo potencial, voy a empezar a creérmelo y luego sí que estaremos en problemas— apreto suavemente su mano antes de soltarla —Y gracias, en serio por… ya sabes, no ver solo al tipo que llega tarde y casi incendia la mesa de laboratorio —Sonrío de lado, un poco más confiado —Prometo no decepcionar a mi nueva tutora estrella. Y uh… prometo no quedarme dormido, bueno, intentarlo.