Descansé lo suficiente, engel, por lo que la preocupación está de más en esta conversación. Tuve que trabajar hasta más tarde porque una de las armas no estaba yendo según tenía planeado, cosa que se arregló, pero no afectó mi fuerza y resistencia. Y estas extrañas armas son las que, para mi buena suerte, salvarán tu trasero en los próximos enfrentamientos. ¿Por qué me buscabas? Oh, si es por lo de Lucien, deja las quejas con él. Sólo tuve que tocar ese labial, Corabelle, no es que pueda negarme.