‎ ‎ ‎ ‎‎ ‎ ‎‎

Es una joven de espíritu libre y apasionado, marcada por una combinación de rebeldía y creatividad que la distingue del resto de su familia. Es independiente y obstinada, con una actitud desafiante hacia las normas y expectativas que intentan imponerle. Aunque tiene una lengua afilada y un sentido del humor sarcástico, es también cálida y protectora con las personas cercanas a ella, especialmente con aquellos que siente que han sido marginados o ignorados, como los habitantes de Zaun. Su personalidad tiene un aire de resiliencia, y siempre busca soluciones prácticas a los problemas en lugar de quedarse estancada en lamentos o teorías. Es audaz al punto de ser temeraria, algo que la ha metido en más de un problema, pero también tiene una gran capacidad para improvisar y salir airosa de las situaciones más complicadas. 
          	  
          	  Encuentra consuelo en su trabajo como mecánica, perdiéndose en horas de diseño y reparación de máquinas. La mecánica no es solo su oficio, sino su forma de expresarse: cada diseño, cada ajuste y cada máquina terminada son una extensión de su visión del mundo. Le apasiona transformar cosas rotas en algo funcional, un reflejo de su propia creencia de que todo y todos tienen valor, incluso cuando otros los consideran inútiles. Además, tiene un talento innato para la velocidad, lo que la llevó a desarrollar un amor por las carreras callejeras en Zaun, donde prueba sus propios vehículos y siente la adrenalina de la libertad. 
          	  
          	  Cuando no está trabajando en el taller, disfruta explorar mercados de chatarra en Zaun, buscando piezas inusuales que pueda convertir en algo extraordinario. También es una gran amante de la música, especialmente los géneros alternativos y electrónicos, y pasa noches enteras ajustando máquinas al ritmo de las canciones que llenan su pequeño apartamento. Aunque pocas veces lo admite, también le gusta la fotografía, capturando momentos cotidianos de los callejones de Zaun o los majestuosos paisajes industriales de Piltóver.

Cuando cumplió 14 años, descubrió que Piltóver no era el único lugar donde la innovación florecía. Durante una visita obligatoria con su madre a las fábricas en la frontera con Zaun, escapó brevemente y encontró un pequeño taller clandestino lleno de inventores locales. Allí conoció a Liora Vex, una mecánica de Zaun con un don para convertir basura en tecnología funcional. Liora se convirtió en su mentora y le enseñó a ver la mecánica como algo más que engranajes y motores: un medio para liberar a las personas del control de las grandes corporaciones de Piltóver. Sin que su familia lo supiera, comenzó a escabullirse a Zaun cada fin de semana, trabajando en el taller de Liora y perfeccionando sus habilidades. Pronto, se especializó en vehículos y prótesis biomecánicas, creando diseños que combinaban estética y funcionalidad. 
          	  
          	  Con el tiempo, se convirtió en una figura destacada en el circuito clandestino de Zaun, aunque nunca revelaba su apellido. "Zoomer," como la conocían, era la joven prodigio que podía reparar cualquier máquina o crear dispositivos personalizados para los habitantes de Zaun. Pero mantener esta doble vida no era fácil. Entre los compromisos sociales de los Kiramman y las noches trabajando en el taller, Cyrielle empezaba a cuestionar cuánto tiempo podría mantener su secreto. 
          	  
          	  A los 17 años, tomó una decisión: abandonaría la mansión Kiramman para establecerse en Zaun como mecánica independiente. 
          	  
          	  Hoy en día, vive en un pequeño apartamento en Zaun, sobre su propio taller llamado "Chispa y Engranaje". Es conocida por diseñar vehículos personalizados para carreras callejeras y dispositivos biomecánicos para personas con movilidad reducida. Aunque trabaja principalmente para los habitantes de Zaun, algunos ingenieros de Piltóver han comenzado a buscar sus servicios en secreto, atraídos por su talento único.

En la familia Kiramman, la perfección no era opcional, sino una expectativa. Mientras que Caitlyn creció con una destreza impecable para cumplir las estrictas demandas de su madre en la alta sociedad de Piltóver, Cyrielle Kiramman, su hermana menor, siempre se sintió fuera de lugar. Nacida tres años después de Caitlyn, era la rebelde de la familia, siempre cubierta de manchas de grasa en lugar de vestir los trajes pulcros que su madre insistía en imponerle. Desde pequeña, tenía una fascinación casi obsesiva por desmontar y reparar cualquier cosa que encontrara: relojes antiguos, electrodomésticos de la mansión, e incluso la máquina de escribir de su madre (para su absoluto disgusto).
          	  
          	  A diferencia de Caitlyn, quien parecía encajar perfectamente en el mundo de los Kiramman, Cyrielle desarrolló una relación tensa con sus padres. Su madre, siempre preocupada por el qué dirán, veía su afición por la mecánica como una mancha para la reputación familiar. Para su padre, sin embargo, era una pequeña chispa de creatividad que lo fascinaba en silencio, aunque rara vez lo expresaba por temor a enfrentarse a su esposa.
          	  
          	  A los 14 años, construyó su primer invento: un dron rudimentario capaz de entregar mensajes a diferentes habitaciones de la casa. Aunque fue un éxito entre los empleados de la mansión, su madre lo confiscó, diciendo que los Kiramman no necesitaban "artilugios innecesarios". Fue entonces cuando entendió que su pasión no sería aceptada dentro de los muros familiares.