Otro pedazo que se hundia en el mar. Tal vez si, esa era la ultima vez que se verian, probablemente su relacion ya no tenia arreglo no importara cuantos años transcurrieron o cuanto Apolo rogo a la Luna por al menos estar una noche màs junto a Issey. Tomo otro trago de la bebida sin soplarla antes, esperaba que el calor en su garganta le hiciera regresar a su cruda realidad. Despues de todo lo que sucedio, aquel dulce niño que creia en los cuentos de hadas se habia perdido, dejando a un hombre sin esperanzas que perdio el amor, un hombre que buscaba consuelo en laa teclas de su piano y una bebida de color ambar, era un triste pianista que se aferro al recuerdo de un viejo amor, que soño con una pradera llena de flores coloridas y que el publico, como altos compositores lo pisotearon, hasta que solo quedo nada. Se levanto lentamente para buscar entre sus bolsillos, sabia que debia salir de alli pero antes queria que Issey estuviera enterado.– Antes de irme quiero entregarte esto. –Unas hojas de color amarillento fueron puestas en la mesita frente al sofa– Yo soy el pianista que toco en el concierto, hace un tiempo escribi esa pieza para la persona que más ame en mi vida, para quien aun tiene mi corazón. Tenia la esperanza de que la escuchara y supiera que aunque el sol puede ocultarse, siempre aparecera despues de una tormenta, que siempre creere en el aunque nuestros caminos se hayan separado. –Miro sus pies unos segundos, reteniendo las lagrimas que estaban amenazando con salir– La melodia se llama Fleur d'hiver, por que eres mi flor de invierno, aquella que pudo florecer apesar de una tormenta y la cual es la más bella de todas. –Apolo se dio la vuelta para tomar sus zapatos y saco, la llovia golpeaba furiosamente las ventanas pero eso no le importaba mucho, antes de cerrar la puerta miro con ojos cristalinos al hombre– Espero puedas perdonarme, independiente si estamos juntos o no, gracias por el té y fue bonito volver a verlo señor Relish.